sábado, 25 de diciembre de 2010

ROSQUILLAS FRITAS

Hace muchos años que aprendí la receta de las rosquillas fritas, o rosquillas de anís. Estaba yo en el colegio y hacía mis pinitos en la cocina. Tenía una vecina, de la que realmente no recuerdo el nombre, porque estuvo poco tiempo por allí. Un día salió al jardín llamando a la hija para merendar y le llevaba en la mano una gran rosquilla que acababa de hacer....y a mi se me fueron los ojos y le pedí la receta. No se me ha olvidado. La hice muchas veces, aunque también es verdad que ya hace varios años que no las preparaba.

Estas son las roquillas, las preparé hace un par de días en la cocina de mi oficina y todos desayunamos juntos para celebrar la vispera de la Navidad. Se hacen enseguida y son muy golosas.


Y parece que me quedé con ganas, que al llegar a casa, por la noche, las volví a repetir, ya que había tardado tanto tiempo en prepararlas, quería que no se quedaran en casa sin probarlas. Mi hijo vino sobre la marcha a preguntarme que era y probó la masa....., lo tuve que echar antes de que se la comiera toda sin freir.


Esta cantidad sale de dos huevos y los ingredientes son:
Por cada huevo que pongas, tienes que añadir 3 cucharadas de azucar, dos de leche y una de aceite, anís en grano, un chorrito de anís o Marie Brizard, dos cucharadas de levadura y toda la harina que admita.



Se mezclan todos los ingredientes y se va añadiendo harina y amasando hasta que se forme una bola que no se pegue a las manos. La dejas reposar un ratito y luego vas formando las rosquillas. Ya sabes..., coges un trocito entre las manos y lo frotas entre las manos para formar un rollito que luego unes pegando las puntas.
Ya solo queda freirlas y espolvorearlas, antes de que se enfríen, con azucar o con azucar glass, al gusto de cada uno. En este caso yo no lo hice porque mis cucharadas eran bastante colmadas y quedaron bastante dulces por dentro.

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